miércoles, 2 de diciembre de 2020

Luces de Navidad y la vida del creyente

 


LUCES DE NAVIDAD

Una de las atracciones más hermosas de la Navidad es salir a ver las luces brillantes. Estas transforman de inmediato un escenario común en un mundo maravilloso que atrae nuestra atención, levanta nuestro ánimo, y nos despierta una sensación de esperanza. Aunque las luces navideñas solo se exhiben durante unas pocas semanas al año, ¿sabía que Dios ha provisto luces más luminosas que no dejan de brillar, sin importar la estación del año? Esas luces somos los cristianos que Él ha esparcido por todo el mundo.

El Señor Jesús dijo a sus seguidores: “Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5.14). ¿Alguna vez se ha visto a sí mismo de esta manera? Tal vez se esté preguntando qué significa ser una luz. Después de todo, ¿no dijo el Señor Jesús que Él era la luz del mundo? (Jn 8.12) Ambas afirmaciones son verdaderas, pero la luz de Cristo se origina en su interior como el Hijo de Dios, mientras que nuestra luz es un simple reflejo de su vida en nosotros. A medida que la vida de Cristo se muestra en nuestro carácter y conducta, su luz ilumina, a través de nosotros, a los que nos rodean. Así somos, como iglesia y como creyentes individuales, la luz del mundo.

Para entender mejor este concepto, reflexione sobre lo que hace la luz.

En primer lugar, disipa la oscuridad. Si estuviera en una cueva oscura, y alguien encendiera una linterna, ese fulgor eliminaría de inmediato la oscuridad. Sin importar lo pequeña que sea una luz, siempre supera la oscuridad.

Así somos los creyentes en el mundo. La Biblia utiliza la oscuridad para ilustrar la condición pecaminosa de la sociedad y de la humanidad, a quienes describe como “teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón” (Ef 4.18). Los cristianos de todo el mundo disipamos las tinieblas y somos usados por Dios para mostrar a los demás cómo llegar a la luz de Cristo a través de la fe en Él.

En segundo lugar, la luz guía el camino. Si alguna vez ha estado en un sendero de noche, sabe lo importante que es una linterna. Sin ella, se tropezaría con los obstáculos y probablemente se perdería. De manera similar, los creyentes somos linternas para aquellos que caminan en la oscuridad espiritual, mostrándoles el camino a Cristo a través de nuestro estilo consagrado de vida y nuestro testimonio.

Juntos, el Cuerpo de Cristo es como una ciudad en una colina cuyas luces son un faro de esperanza para los viajeros que buscan refugio (Mt 5.14). Tenemos el único mensaje que puede salvar almas y llevarlas a la vida eterna. El objetivo es dejar que nuestra luz brille de tal manera que los demás vean nuestras buenas obras, glorifiquen a Dios (Mt 5.16) y, en última instancia, ellos mismos encuentren la salvación a través de su fe en Jesucristo.

En tercer lugar, la luz expone lo que está oculto. Aunque nos gustaría que todos se sintieran atraídos por Cristo mediante nuestro testimonio, la realidad es que muchos no quieren tener nada que ver con Él. De hecho, algunas personas son muy antagónicas a los cristianos porque un estilo consagrado de vida expone su propia pecaminosidad. El Señor Jesús dijo que aquellos que no vienen a la Luz la odian porque expone sus acciones como malvadas (Jn 3.19, 20). Si alguna vez ha encendido la luz de una habitación y ha visto a alguien taparse los ojos para evitar el resplandor, ha visto algo muy parecido a lo que puede suceder cuando a los pecadores no arrepentidos se les presenta el evangelio.

En cuarto lugar, la luz está hecha para ser vista, no para ser tapada. No tiene sentido encender una lámpara y luego cubrirla con una cesta, ya que su propósito es iluminar la habitación (Mt 5.15). Sin embargo, esto es lo que a veces hacemos los cristianos. Brillamos con fuerza cuando nos reunimos con otros creyentes en la iglesia, pero durante el resto de la semana, tratamos de mantener nuestro cristianismo en privado. Como resultado, nuestra luz se cubre con los valores, el lenguaje y las prácticas del mundo que nos rodea. En lugar de mostrar la luz de Cristo en nuestras vidas, comenzamos a mezclarnos con la oscuridad que nos rodea.

Ser la luz del mundo no es opcional para los creyentes. Si Cristo habita en usted, usted es luz, aunque la cubra para evitar el rechazo o el ridículo. Puede que piense que su vida es pequeña e intrascendente, pero Dios le ha colocado justo donde quiere que esté en este mundo para reflejar a Cristo e influir en quienes le rodean. Incluso si siente que no está haciendo un buen trabajo, recuerde que no siempre puede ver el impacto que está teniendo. Dios puede usarle de formas invisibles siempre y cuando usted busque caminar de manera fiel y obediente a Él.

En esta temporada navideña, deje que las luces de Navidad le recuerden su responsabilidad de dejar que su luz brille ante la gente. Al permitir que la vida del Señor Jesús resplandezca a través de sus palabras y acciones, Dios cumplirá su voluntad a través de usted. Él es el único que puede abrir un corazón duro y transformar a un pecador en un santo. Nunca piense que su luz es demasiado pequeña para marcar la diferencia. El poder de transformar vidas no depende de la fuerza de su luz, sino de la habilidad de Cristo para usarle para su gloria. Así que deje que su luz brille y observe lo que Él hará.


Charles F. Stanley

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Criar hijos para Dios, no es facil


Mamás, criar hijos no es fácil. 
Por Becky

Criar hijos requiere una vida dedicada a nuestro Señor, una vida donde el temor a Dios reina y donde la Palabra es el alimento diario. Una casa de revista, un cuerpo de gimnasio, una cena de manjar constante, es en vano si el Señor es recordado como amuleto de buena suerte. 

Enseñar a nuestros hijos a vivir para la Gloria de Dios, debe ser el objetivo principal al educarlos. Debes enseñarles que la vida verdadera se encuentra en conocer y servir al único Dios. Al Dios de la Biblia. Debemos enseñarles a nuestros a hijos a leer la Biblia, a leerla completa y no versículos aislados para acomodar a sus gustos y a sus pecados y buscar justificación en ellos. Que importante es aprender nosotras mismas y enseñar a nuestros hijos que la Palabra de Dios presentada en la biblia es el poder de Dios para salvación

¡El poder de Dios para salvación! 

¡El poder de Dios para salvación! ¿Ves lo que dice?El poder de Dios. No tienes que buscar nada fuera de la palabra. Un milagro en la iglesia que convenza a tu hijo, un ángel que se le aparezca, una experiencia extra sensorial… ¡nada! La Biblia, es el poder de Dios para Salvación. Debemos creer que es suficiente y leerla a nuestros hijos constantemente (Romanos 1:16). Lo más importante es que tus hijos amen a Dios. Tú puedes enseñarles y debes enseñarles quien es Dios, y como Él es digno de ser honrado en cada área de sus vidas. En lo secreto tanto en lo público. Que una vida sin Dios es una vida desperdiciada. Solo Dios puede darles amor por Él, pero es nuestro deber como padres enseñarlos. 

Vemos el ejemplo en 1 Crónicas 28:9 “ Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.” Nuestros hijos deben entender que, contrario a lo que el mundo enseña, ellos son personas bajo autoridad. No son independientes, libres de hacer lo que les plazca. Son, o esclavos del pecado y hacen la voluntad del diablo, o son siervos de Dios haciendo la voluntad del Padre. No hay doble vida. No hay independencia absoluta. Somos hijos o enemigos. No hay punto medio (Juan 8:44). Orgullo, vanidad, egoísmo, rebelión, no son etapas que van a pasar con la edad. Son pecados que deben ser mortificados y nuestros hijos (tanto nosotras como madres) debemos lidiar estos pecados mortificándolos, y dándoles las herramientas y enseñarles lo que significa mortificar el pecado…y con mucha oración venir delante de la presencia de nuestro Padre y clamar por que nuestro Señor tenga misericordia de sus vidas. Y siempre… siempre rogarles que vayan ellos al Trono de Gracia donde allí, solo allí, encontrará su alma alivio. 

Paul Tripp dice : “No hay padres que no entrenan a sus hijos. Todos los padres entrenan de alguna manera. El problema es que mucho es mal entrenamiento”. Debemos entrenar a nuestros hijos en la Palabra. Enseñarles fielmente lo que la Palabra de Dios dice. Llevarlos a Su trono en oración y siempre guiarlos con toda paciencia a los pies de Cristo. En cada pecado, mostrarles su necesidad de Cristo, su inhabilidad, su pecado, hablarles de la cruz, de Jesús, de su sacrificio, de Su vida, de su muerte, de Su perdón, de su poder para salvar, de su intercesión por los suyos, de la eternidad, de lo vano de servir al mundo, de lo corta que es la vida, de que no hemos sido prometidos nuestro siguiente aliento… que todo es un regalo, gracia. De nuestra deuda a nuestro hermoso Salvador y de como fuimos comprados con gran precio (1 Cor. 6:20, Sal. 39). Debemos mostrar un ejemplo a nuestros hijos de humildad, sujeción a nuestros esposos. Debemos darles un ejemplo palpable de lo que es vivir una vida para Cristo. En nuestra manera de hablar, de vestir, en nuestros pasatiempos, en nuestra forma de disciplinarlos, de lo que nos reímos. 

Debemos mostrarles a Jesucristo. 

Esto no es una tarea sencilla. Debemos morir diariamente a nuestros deseos, impulsos, malos genios, nuestras emociones descontroladas y dar la vida por ellos. Ser amables con nuestras palabras, ser cariñosas, ser firmes en disciplina, reír con ellos y llorar con ellos. No jalándolos o gritandoles como si nos pertenecieran a nosotros, pero sabiendo que estamos tratando con hijos que son herencia del Señor (Sal. 127), que le pertenecen a Él. Y como los tratamos es una gran responsabilidad. ¿Los malcriamos por consentirlos o los descuidamos por hacerlos independientes? 

Entrenemos a nuestros hijos en el conocimiento de Dios. Disciplinando como nuestro Dios demanda en las Escrituras y dando misericordia como nos ha sido dada. 

Que el Señor nos de gracia. Y nos la da. En eso confiamos. 

Norma.


**Artículo tomado del Blog "Delicias a tu diestra para siempre"
Marzo 12 de 2015

sábado, 22 de septiembre de 2018

EL PECADO DEL ABORTO





El Pecado del Aborto
Por: Aranza Erazo

Los medios de comunicación anunciaron hace algunas semanas que el Senado Argentino rechazó el proyecto de ley para legalizar el aborto: la interrupción del embarazo con la intención expresa de que el feto NO sobreviva. Ante este excelente acontecimiento en Argentina, es necesario entender que esta práctica es y siempre será un horrendo pecado y la peor forma de maltrato infantil. Aquí te explico algunos motivos para poder defender una posición en contra del tema.

1.    Es cuestión de vida

El aborto es un asesinato. Punto final. Es muerte a un ser viviente hecho conforme a la imagen y semejanza de nuestro buen Dios (Génesis 1:26). De acuerdo con Miguel Núñez, pastor, teólogo y médico infectólogo, desde el momento de la concepción el ser que se desarrolla dentro de una mujer es biológica y espiritualmente diferente y separado de la madre aunque lo lleve en su vientre. Estos dos cuerpos tienen dos corazones, dos cerebros y dos constituciones genéticas diferentes. Ambos son seres vivientes formados por Dios y todo atentado contra su vida será siempre un homicidio.

Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.

Salmo 139:13
2.    Es cuestión de amor.

Uno de los argumentos más comunes es la autonomía de la madre para interrumpir el embarazo dado que puede hacer con su cuerpo según le convenga. Esto es, puedo hacer con mi cuerpo lo que quiera. Cambiemos un poco la historia bajo el mismo pretexto.

Supón que hoy decides beber licor y sin planearlo te embriagas. Enciendes tu auto y conduces a casa pero causas un accidente donde muere una persona, las autoridades te declaran culpable por su asesinato y te defiendes diciendo que es tu cuerpo, que tú decides qué hacer o no con él. Aun así, vas a prisión. ¿Qué diferencia hay con el aborto? Ninguna. El aborto destruye intencionalmente una vida. Aunque las campañas pro abortistas buscan obtener abortos seguros, gratis y libres, en realidad todo eso es falso. En el aborto “seguro”, seguro alguien muere. En el aborto “gratuito”, alguien lo paga y muy caro y en el aborto “libre”, alguien no eligió. En el aborto legal, el derecho a la vida NO se respeta y  la ira de Dios está presente:
Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente.
Deuteronomio 27:25
3.    Es cuestión de lógica

Existen algunas causas legales para practicar abortos que necesitamos entender y establecer un argumento con la intención de rechazar lo que Dios rechaza y defender lo que Él defiende. A continuación, tres médicos nos darán aportes significativos para leer atentamente.

a.    Cuando hay malformaciones del feto.

“Una madre no puede decidir matar a su hijo porque está enfermo y vulnerable en su útero. Es el momento en que su hijo más lo necesita. El aborto provocado por una malformación congénita es eutanasia intraútero.  No se sana la criatura descuartizándola, desmembrándola, quemándola, succionándola dentro del útero. Es un procedimiento cruel, retrógrado e inhumano”.
Dr. Ariel Pérez, Anestesiólogo.

Hay una vida dentro o fuera del útero, una vida con imperfecciones y afecciones médicas que no son excusa para matar antes o después del parto. ¿Sería apropiado entonces asesinar a las personas que hoy viven con discapacidades? ¡POR SUPUESTO QUE NO! Si se tratara de matar a las personas con algún tipo de imperfección, nadie quedaría vivo en el planeta tierra. No hay nadie perfecto, solo Dios.

b.    Cuando el aborto es resultado de una violación o incesto.

Un trauma no se cura con otro trauma. Una madre no puede decidir matar a su hijo porque fue concebido en un acto bestial de violación o incesto. Su hijo no estaba presente en el momento del repudiable acto y no tiene la culpa de que su padre es un violador o un incestuoso. No se sana la criatura descuartizándola, desmembrándola, quemándola, succionándola dentro del útero. Es un procedimiento cruel, retrógrado, inhumano, más cuando el condenado es inocente; es eutanasia intraútero.
Dra. Rosario Almanzar, Pediatra Endocrinóloga y Nutrióloga Clínica.

c.     Cuando el aborto pone en peligro la salud de la mujer.

Cuando la vida de la madre está en peligro y la única alternativa médica es el desembarazo, el médico actúa aún a sabiendas que habrá un efecto colateral que lesionará al feto o al embrión. En este caso no es un aborto provocado (asesinato) sino un acto ético-médico legal. No existe el aborto terapéutico; la terapia es para sanar, no para matar.

Dra. Xenia Castillo, Neonatóloga.
¿Qué hacer?
a.    Predica el evangelio y haz discípulos (Mateo 28:18-20).

Imaginar la cantidad de abortos practicados en clandestinidad y legalidad es algo que duele profundamente el corazón de los hijos de Dios y principalmente de Nuestro Buen Padre que está en los cielos. Debemos recordar constantemente que es el pecado de este mundo caído lo que causa el aborto y la lucha de quienes lo defienden. Sin embargo, como expresó hace un tiempo Ellissa Baird, existe verdaderamente una única solución ante este mal: Jesucristo. Ser adoptado en la familia de Dios y conocer el perfecto amor de Nuestro Padre Celestial es la única solución que existe para el pecado que hay en el mundo.

El pecado del aborto es consecuencia de la muerte espiritual del ser humano. Somos ciegos por naturaleza y jamás nos acercaríamos a la Biblia para admirar la gloria de Jesucristo ni valorar el maravilloso regalo de la vida que solo Dios da y solo puede quitar. Por esto, el mayor regalo y la más grande necesidad que todo hombre pueda tener- en el vientre y fuera de el- es la necesidad de un Salvador. Cuando predicamos el evangelio en el contexto del aborto lo llamamos por lo que es: un pecado a los ojos del Dios que necesita ser perdonado a través de Cristo.

Llegará el día y la hora en que daremos cuenta ante Dios por cuanto hicimos en la tierra. Ahí, tanto practicantes como no practicantes del aborto o de otro pecado serán declarados culpables y la ira de Dios será derramada en la eternidad en el infierno a menos que clamen al mismo Dios por su perdón para que la vida perfecta de Cristo sea contada por la suya propia. De otro modo, estarán en el infierno para siempre. Presta atención si quieres vivir. Dios mismo proveyó un medio en el que mostró Su justicia y Su bondad. Nosotros violamos sus mandatos, pero Él se hizo hombre para pagar el castigo. Jesús sufrió y murió en la cruz para satisfacer lo que sus mandatos demandaban.

Teniendo esto en mente, ¿cuál sería un precio justo que podría pagarse por la vida eterna con Cristo en el Cielo para siempre? En verdad, no tiene precio. Sin embargo, si confiamos en nuestra propia bondad para entrar en el cielo, le estamos diciendo a Dios: "Yo debería entrar en el cielo porque he hecho el bien - me he ganado la entrada". Si mueres sin haberte arrepentido de tus pecados, no habrá una segunda oportunidad. Enfrentarás la justicia de Dios y terminarás en el infierno para siempre. Así que, confiesa tus pecados a Dios, arrepiéntete de corazón, cree que Cristo puede salvarte, y pasarás de muerte a vida. Te ruego que no mueras sin Cristo.

b.    Infórmate. Habla del tema con tu pastor y miembros de tu Iglesia local.

Hace un tiempo escuché la frase “…quizá tu pastor no sea famoso o no tenga muchos seguidores en las redes sociales pero de seguro es un pastor fiel a Cristo y al evangelio.” Si esto es así, valora a tu pastor y conversa con él a profundidad del tema. Si por ignorancia u orgullo llegaste a practicar o defender el aborto, no olvides que hay esperanza y perdón en Cristo (1 Juan 1:9). Sin embargo, es probable que los estragos y consecuencias del aborto aún causen dolor en tu vida pero no estás solo, tu pastor y la congregación también están para orar contigo, animarte y ayudarte a crecer y vivir una vida santa bajo el estudio de la Biblia. No tengas en poco el consejo de un hombre disciplinado y conocedor de la Biblia para guiar al pueblo de Dios.


c.     Defiende la adopción: el corazón del evangelio.

Romanos 8:15 dice que a quienes Dios salvó decidió adoptar. En el evangelio vemos una hermosa historia de adopción: Dios redime, salva, limpia y hace sus hijos a quienes no lo eran por la dureza de su corazón. Defender la adopción y practicarla es una predicación viva y real del evangelio al resto de personas de su necesidad de Cristo, del perdón de Dios y de una vida guiada por el Espíritu Santo. Clama a Dios por sed de estudiar este tema en tu iglesia y con otros creyentes. Un buen punto de inicio es la historia de Moisés. 


d.    Practica la misericordia como hijo de Dios y ten compasión y cuidado de las madres solteras.

Timothy Keller menciona en su libro Ministerios de Misericordia que si queremos alcanzar al prójimo con el evangelio tenemos que expresar nuestra fe de manera activa, combinando obras de compasión con el evangelismo y el discipulado. No podemos limitarnos a expresar nuestro amor verbalmente, sino que debemos demostrarlo con nuestras palabras y con nuestras obras (1 Juan 3:17). Solo la iglesia de Jesucristo puede atacar la raíz de los problemas sociales y ministrar a las personas de forma integral. Sólo el evangelio reconoce que el pecado nos ha arruinado tanto individual como socialmente y es en dichas esferas sociales donde hay necesidades palpables que debemos suplir.

Cuando veamos a madres solteras, parejas estériles y niños sin un hogar, recordemos cuál era nuestra condición sin Cristo. Dios nos ha dado una riqueza grandiosa: El mismo. De ese mismo amor recibido, demos a otros con alegría recordando que nada nos pertenece, que de este mundo nada podemos sacar (1 Timoteo 6:7) y que Dios ama al dador alegre (2 Corintios 9:7). Para profundizar en el estudio de este tema, recomiendo altamente el libro mencionado anteriormente.

e.    Ora a Dios por misericordia de tu nación.

Para terminar, recuerda que en la oración admitimos nuestra debilidad y necesidad del favor de Dios en cada momento. Al ver como el pecado destruye el comportamiento del hombre, recordemos la soberanía de Dios y la responsabilidad del creyente de expandir el reino de Dios y predicar sin temor a la oposición.


Bibliografía
Núñez, Miguel (2015, Julio 13). La realidad detrás del aborto. Descargado de  https://integridadysabiduria.org/la-realidad-detras-del-aborto/
Keller, Timothy. Ministerios de Misericordia: Encarnando la Parábola del Hijo Pródigo. Editorial Poiema, 2017.

martes, 22 de mayo de 2018

CONOCE USTED SU BIBLIA?



¿CONOCE USTED SU BIBLIA?
¿Sabe usted porque cree lo que cree?, ¿es capaz de defenderlo Bíblicamente? ¿Cuál es su respuesta cuando alguien habla o escribe acerca de una de las doctrinas que usted cree?, ¿es usted capaz de presentar defensa con mansedumbre de las doctrinas que cree? o prefiere ignorarlo y seguir pensando que lo que usted cree es lo correcto aun cuando no tenga ninguna base bíblica para sostenerlo.

Dios nos entregó Su Palabra, en ella está contenida Su voluntad para nosotros, en ella Él se revela a nosotros y nos muestra Sus atributos y Su carácter, en ella podemos conocerle y saber cómo agradarle, por medio de ella podemos saber si nuestra fe es auténtica y si El realmente es nuestro Señor. No se trata de memorizar unos cuantos versos, ni de buscar lo que dice la Biblia acerca de mí, de mis sueños, mis esperanzas, mi felicidad, etc. El ser humano por naturaleza es egoísta y egocéntrico, está tan enfocado en sí mismo que por lo general, no se acerca a la Biblia buscando que es lo que Dios quiere que sepa y obedezca, sino que es lo que Dios va a darle.

¿Creería usted en el amor o en la amistad de una persona que ignora el 90% de lo que usted dice? Cuando una persona ama leer solo los versículos que hablan de promesas y bendiciones (aunque mal interprete el texto) y no encuentra gozo en leer toda la Palabra de Dios, está demostrando que no ama al Señor. Jesús dijo “el que me ama mi Palabra guardará” (Juan 14:23), esto nos habla de OBEDIENCIA y no podemos obedecer lo que no conocemos o no entendemos. Obediencia a Dios no significa perfección impecable y perfecta, pues todos fallamos y tropezamos, sino la disposición de obedecerle aun a pesar de nuestros fallos, errores y debilidades. Un verdadero creyente puede caer en pecado, pero no hace del pecado su forma habitual de vida, tropieza en pecado, pero no planea el pecado para llevarlo a cabo.

Su eternidad no depende de cuánto usted cante, ofrende o sirva en una Iglesia, incluso puede llegar a predicar o enseñar en total ignorancia de la Palabra de Dios, mucha gente lo hace, simplemente repiten una predica o estudio de su predicador favorito, no importando si lo que está repitiendo es verdad o es una doctrina falsa, ¿Cómo podría notar la diferencia si NO conoce La Biblia? La actividad religiosa no significa que usted sea verdaderamente cristiano. La prueba de su fe es la obediencia a La Palabra de Dios. Sólo el estudio y lectura dedicado de la voluntad de Dios contenida en Su Palabra puede cambiar su mentalidad y renovarla de tal modo que cambie su vida y comience a producir fruto del Espíritu (Romanos 12:1; Efesios 5:18-19; Colosenses 3:16).

Solo conociendo La Biblia, usted será capaz de identificar cuando alguien le predica un evangelio distinto, es decir un falso evangelio (Gálatas 1:9), ya que solo conociendo la Biblia usted podrá ejercer verdadero discernimiento. Solo por medio de la Palabra de Dios usted podrá presentar defensa de la fe, dar razón con mansedumbre de las doctrinas que cree (1ª. Pedro 3:15), corregir con paciencia a quienes se oponen (2ª.Timoteo 2:24-26) y entender que el trabajo de convencer a otros de la verdad no es suyo sino del Espíritu Santo de Dios (Juan 16:8). Solo conociendo y estudiando La Palabra de Dios usted podrá presentarse delante de Dios como un siervo aprobado que no tiene de que avergonzarse pues maneja la Palabra de Dios correctamente (2ª.Timoteo 2:15).

Lea y estudie La Palabra de Dios en su congregación, en su casa, con su familia, a solas. Si el entretenimiento ocupa todo su tiempo libre, recorte el tiempo que dedica a la televisión, amigos, o incluso actividades religiosas y dedique por lo menos una hora de su tiempo a Aquel que le dio la vida. Si hay algo que ocupa su tiempo y no puede dejarlo, eso se ha convertido en un ídolo y Dios aborrece la idolatría. 

Jesús dijo que de la abundancia del corazón habla la boca, piense en sus conversaciones habituales y sabrá que hay dentro de su corazón. Si lo que hay son deportes, política, entretenimiento, murmuración, enojo, descontento, o incluso si de lo que habla es de su actividad en la Iglesia, pero enfocado en lo que usted hizo o hará, o de músicos, canciones o “películas” cristianas, pero NO de la Palabra de Dios, es necesario que renueve su entendimiento y llene su corazón de lo que realmente agrada a Dios. Ore a Dios pidiendo que le dé la Gracia para amar Su Palabra y comience hoy mismo a leerla con regularidad.

**Tomado del FB de Predica la Palabra

jueves, 15 de marzo de 2018

UNA MUJER QUE CUIDA SUS PALABRAS


“No calumniadoras” 
me diabolous en griego. Diabolos es la misma palabra traducida como Diablo o Satanás. Significa que “acusan, repudian, dar información falsa, son chismosas.” [3] Obviamente, el chisme es un pecado grave. A menudo, es el pecado social mente aceptable. Es tan fácil soltar un poco de información, especialmente si usted está molesto con la otra persona. Una mujer mayor debe tener integridad en relación con la información que la joven le da. Su enfoque debe ser ayudar a la mujer más joven a responder justamente a aquellos que han herido y ofendido. 

La Mujer Tito 2 guarda cuidadosamente sus palabras, no habla demasiado, y da consejo piadoso, pero no hace chismes.

Los criterios bíblicos para las palabras que dices podrían resumirse con tres principios: hablar palabras edificantes, hablar palabras verdaderas, y hablar palabras honorables.

Me gusta mucho el versículo de Filipenses 4:8 que habla acerca de aquellas cosas en las que debemos pensar: "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad"
Yo extendería la exhortación que nos da este versículo a que pensemos y HABLEMOS de la misma manera, hablemos todo lo que es verdadero, todo lo que sea honesto, todo lo que sea justo, hablemos de todo aquello que es puro, hablemos con amabilidad, construyamos un buen nombre con nuestras palabras, no solo un buen nombre para nosotras sino exaltemos y edifiquemos el buen nombre de todo aquel de quien estemos hablando.

Que de nuestra boca siempre salga alabanza, bondad, palabras de amor, palabras de sabiduría.

“No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.” Efesios 4:29

Palabras edificantes edifican a la otra persona. Estas no son una forma falsa, manipuladora de dar alabanza. Se hablan con el propósito de ayudar a la otra persona a ser fuerte en el Señor o ayudarles a ser más como el Señor Jesucristo. Pueden ser alentadoras o pueden ser una reprensión. Depende de lo que sería apropiado. Tales palabras honran al Señor y tienen un propósito eterno y digno.

La Mujer Tito 2 debe estar impregnada de las Escrituras si ella va a edificar otros verdaderamente. Su deseo sería el de ayudar a la otra persona a ser como Cristo. Ella sería sensible a la ʺnecesidad del momentoʺ (Efesios 4:29). El propósito de sus palabras es ʺdar gracia a los oyentesʺ (Efesios 4:29). Sus palabras son buenas y beneficiosas para el oyente, no malsanas. El significado subyacente de malsana es podrido. Considere los siguientes ejemplos de ʺpalabras podridas (insanas)ʺ en comparación con ʺpalabras beneficiosas (buenas). ʺ

La Mujer Tito 2 habla palabras edificantes. Sus palabras dan gracia a la otra persona. No son malsanas. También son veraces.

“De igual manera, las mujeres deben ser dignas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo” (I Timoteo 3:11, énfasis añadido).
Por tanto, dejando a un lado la falsedad, hablad verdad cada cual, con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. Efesios 4:25

Pablo escribió a la iglesia en Éfeso que no era suficiente dejar de mentir. Ellos tenían que decir la verdad.
A veces no decimos una mentira, pero en esencia mentimos al dejar fuera una parte de la historia o al ser engañoso en alguna otra forma.
Guarda tus palabras cuidadosamente, considera si lo que vas a decir es “honorable” (Filipenses 4:8). 
Los buenos pensamientos y palabras de honorabilidad (y palabras posteriores) no conducen a la calumnia y el chisme. Piensan en la reputación de la otra persona de una forma favorable.
Estos pensamientos son la clase de pensamientos tenemos que considerar cuidadosamente y pensar. De lo contrario, es tan fácil dejar un mal informe y convertirse en lo que Tito 2: 3 advierte en contra – un chisme malicioso.

Si hay algo sobre una persona que te incomode o que no estés de acuerdo con ello, ve a la persona y habla con ella sobre esto. tu actitud debe ser suave y amorosa, pero veraz, clara y sencilla. Brinda siempre esperanza. No hagas un mal comentario. No chismee. Además, vigile cuidadosamente sus palabras, …
¡¡¡No Hables Demasiado!!!
En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, más el que refrena sus labios es prudente. Proverbios 10:19

Yo sé que no soy la única que es culpable de hablar demasiado. Si continúa hablando tiempo suficiente, es probable que diga algo que no debería haber dicho. Es tan fácil traspasar los límites de lo que es correcto. En cambio, una mujer piadosa tiene dominio de sí mismo. Ella va a la persona, ella no ‘habla’ de la persona.

¿Cómo puede una mujer más joven o cualquier persona en esto confiar en usted si no es prudente con lo que usted dice?

Hay una mujer cristiana que tiene una reputación de ser una chismosa. Ella no sólo dice cosas, pero ella se esfuerza por encontrar información. Ella no está por encima de llamar a otros y hacer preguntas directas acerca de otra persona que son claramente de su incumbencia. Usted debe estar en guardia contra gente así.

Si usted no tiene cuidado, antes de saber lo que pasó, usted dirá más de lo que debería. Resistir a los chismes, diga algo como: “Si seguimos hablando de esto o yo continúo escuchándote hablar, es probable que empiece a decir chismes.” ¡Así que, señoras, hablen, pero no hablen demasiado!!

Usted puede estar pensando, “Yo no quiero decir chismes, pero ¿Qué debo hacer si otra mujer quiere hablar conmigo acerca de un problema que está teniendo en una relación y ella no sabe qué hacer?”

Supongamos que ella viene a ti y tiene un problema con su amiga en la iglesia. Primero determine si su deseo es responder con justicia. Si es así, escuche para dar una suficiente orientación bíblica tal como:
“Tienes que ir a tu amiga y suavemente confrontarla con su pecado. Su motivo debe ser restaurarla a una relación correcta con Dios” (Gálatas 6:1). Muéstrele los textos bíblicos adecuados y señale su responsabilidad.

Si ella vuelve a ti y quiere hablar de nuevo, pero no quiere hablar con su amiga, entonces no escuché sino explíquele “La última vez que hablamos escuché suficiente información para darte orientación bíblica. Ahora bien, si seguimos hablando de ello, sólo caeremos en chisme.” Entonces anímele a hacer lo que es correcto, ore con ella, y dele un seguimiento posterior por preguntarle si lo ha hecho. Pero no deje que sea llevada hacia el chisme.

El chisme es un pecado terrible de demasiadas mujeres, grandes y jóvenes. Todos debemos estar en guardia para hablar palabras de edificantes, veraces, y buenas. En términos llanos, ayude a no hablar demasiado. Cuando es apropiado dar un consejo piadoso, céntrese en la responsabilidad que la mujer más joven tiene de responder bíblicamente a otros. Comience ahora a cultivar el carácter de una mujer de Tito 2 que no es de chisme malicioso.

**Recopilación de varios textos y estudios

martes, 30 de enero de 2018

UNA MUJER CON UN PORTE REVERENTE


En el versículo 1 del capítulo dos, el apóstol Pablo le da una importante indicación a Tito que nos permite entender con mayor claridad la fuerza de las instrucciones siguientes: Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina traduce en RV60, pero me gusta mucho mas el énfasis que le da la biblia al día edición Tyndale: Pero tú conviértete en paladín de la pureza de vida que concuerda con el verdadero cristianismo.

De manera que las instrucciones que Pablo va a darle a Tito sobre lo que este debe enseñarle a la iglesia naciente, harían parte de las características de una iglesia pura y verdadera.

2:3 Las ancianas (mujeres mayores y maduras en el evangelio y esposas de oficiales de la iglesia) deben ser reverentes en su porte.

Este versículo es uno de los versículos que nos enseñan que la biblia es tan actual para nosotras como para aquellas mujeres de creta.

La expresión reverentes en su porte es la traducción de la palabra griega “hieroprepes” la cual es empleada solamente aquí en el nuevo testamento y tiene en su raíz el significado de poseer cualidades sacerdotales y servía para hacer referencia a todo lo que es apropiado para la santidad. Las ancianas deben ser ejemplos piadosos de santidad.[1]

De manera que la expresión reverentes en su porte atañe acerca de aspectos interiores y exteriores. Los aspectos exteriores obviamente son un reflejo directo de lo que hay en nuestro corazón, de ellos mencionaremos la forma de comportarse y vestirse, ¿entonces de qué manera debe lucir una mujer creyente? La respuesta la encontramos en 1 Timoteo 2:9-11 que se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.

Este es un tiempo en el que tristemente el mundo ha permeado ampliamente la iglesia, los roles establecidos por Dios se han violado al son de la modernidad y el cambio de los tiempos, como si la escritura fuese un libro que debiera ser actualizado conforme al paso de los años.

Aun en la iglesia de Cristo hoy encontramos mujeres que carecen de todo principio bíblico para vestirse, probablemente estarás pensando que esto es una exageración, que en pleno siglo 21 cada uno es libre de vestirse como le venga en gana, y esta puede ser una verdad para el mundo, pero no para nosotras como siervas de Cristo.

quiero hacer énfasis en un aspecto que no pierde vigencia en el tiempo, y es el principio moral que nos ofrece la Escritura sobre nuestra forma de vestir, ¿cómo debe verse una mujer cristiana? ¿acaso no es importante que se vea una amplia diferencia entre el vestir, de una no creyente y de una mujer que profesa tener a cristo como Señor?

Vamos a Levítico 19:19 Mis estatutos guardarás. No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos.”

Aquí vemos un principio fundamental en el cual podemos ver como el Señor nos quiere separados, apartados, hasta en las cosas que parecieran mínimas en nuestra cotidianidad, debemos ser diferentes.

“Pablo trató de aprovechar la oportunidad para corregir un vicio al cual casi todas las mujeres se inclinan, ya que, en Éfeso siendo una ciudad de mucha riqueza y mercaderías, abundaba especialmente. el vicio es el de la excesiva avidez y deseos de vestirse lujosamente. Él desea, pues, que su forma de vestir sea regulada por la modestia y la sobriedad; porque el lujo y los gastos inmoderados emanan de sus deseos de exhibición, ya sea por causa del orgullo, o por haberse apartado de la castidad. 

Y de aquí debemos sacar la norma de moderación; porque, ya que el asunto de vestir es cosa pasajera (como son todas las cosas externas), es difícil fijar un límite, para saber hasta dónde podemos llegar. [2]

Podríamos pensar que la atracción por las joyas, el maquillaje o los vestidos costosos no tienen nada que ver con nuestra moralidad o espiritualidad, pero realmente si tienen una relación muy estrecha, pues donde reina el libertinaje, no habrá castidad; y donde reina la ambición, no habrá modestia en el vestido externo.

Todo aquello que nosotros somos parte de lo que creemos, Lucas lo expresa de esta manera: El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca (lucas 6:45)y aunque el versículo hace referencia a lo que decimos, también vemos claramente que aplica a aquello que mostramos con nuestro ser, nuestras actitudes y en este caso nuestra apariencia.

 ¿Sabías que le puedes decir mucho a los hombres sin decir una sola palabra? Amigas, nuestra ropa y nuestra apariencia, es uno de los medios más poderosos que tenemos como mujeres para comunicarnos, expresando lo que tenemos en el corazón, nuestros valores y lo que creemos. Nancy DeMoss Wolgemuth

Siempre que estés frente al espejo cuestiona cual es la verdadera intención de tu corazón para usar lo que vas a ponerte, evalúa que quieres proyectar, evalúa si lo que vas a usar es coherente a tu edad.

una mujer debe ser modesta, no sensual y provocativa. Debe disfrutar de la libertad que ella tiene en el Señor de llevar maquillaje y vestido bonito, pero no ser ostentoso y vana. Más bien ella debe adornarse por sus buenas obras.[3]

Citare textualmente un fuerte comentario de Calvino que nos debe hacer pensar un poco más frente al espejo: “Porque indudablemente el vestido de una mujer piadosa y recatada debe ser diferente al de una ramera. Lo que él establece son marcas de distinción; y si la piedad ha de testificarse con las buenas obras, esta virtud tiene que hacerse visible en castidad y vestidos decorosos”.

Nancy DeMoss Wolgemuth menciona unas pautas que como mujeres debemos tener en cuenta a la hora de vestirnos que son muy interesantes y apropiadas:
Examine las piezas individuales de su guardarropa, párese frente a un espejo, Inclínese hacia delante y pregúntese: " ¿Se ven partes íntimas que un hombre (aparte de su esposo, si es casada) no debería ver?". Si la respuesta es " Si", está vestida sin recato. 

Mírese desde todos los ángulos: El frente, la espalda, los lados, mientras camina, se sienta, se mueve se estira y se inclina. Recuerde, a menudo nos inclinamos para recoger paquetes o cargar un niño, o para entrar y salir del auto. Pregúntese: " Qué van a notar y ver los demás?
¿Adónde se dirigirá la atención de los demás: ¿A los pechos, las caderas, los muslos...? ¿Por qué me quiero poner esta ropa? ¿Por qué me gusta esta moda?
La actitud de su corazón es clave. Pídale al Señor que le ayude a representarlo bien. Pídale un corazón dispuesto aprender, abierto y obediente.
Si está casada, pídale a su esposo que la ayude a entender lo que su ropa y su apariencia comunican a los hombres.
Pregúntele si su ropa es recatada, Si no está casada. hágale estas mismas preguntas a su padre, o alguna mujer mayor.
Pregúntese: " ¿Que van a notar y a ver los demás?".
Reflexione de manera devota: " ¿Soy realmente recatada, conforme a las normas de Dios?" Luego tome la decisión de convertirse en una mujer con un corazón conforme a Dios ¿ Desea que su apariencia revele un corazón recatado y piadoso?

Si es así, me gustaría animarla a tomar estas siete decisiones:
1.Decida vivir para agradar a Dios.
2. Rinda (dedique) su cuerpo a Dios. Diga: " Señor, este cuerpo te pertenece".
3. Decida ser recatada porque eso es lo que agrada a Dios
4.Decida ser pura (interna y externamente).
5. Decida no vestirse nunca de una forma que pudiera tentar a los hombres a tener pensamientos lascivos.
6.Esté dispuesta a ir contra la cultura, siempre que la cultura sea contraria a la Palabra y los caminos de Dios.
7.Sea humilde y abierta a la opinión de los demás .

Recuerde que es posible tener una apariencia externa recatada al tiempo que se tiene el corazón de un fariseo (critico, que se cree muy justo y bueno e inclinando a juzgar a quienes no son de la misma opinión). El recato no significa que usted posea la verdad absoluta.
Dé a Dios lugar y tiempo para trabajar en la vida de otras personas. No diga " Porque yo lo veo así, así es como debería ser". Recuerde: " ¡Usted no es el Espíritu Santo! 

Pídale a Dios ayuda para comunicar a los demás de una manera atrayente a un comportamiento recatado. Diga la verdad con ternura, compasión y amor. Haga que la verdad sea lo más atractiva posible.[4]
Mencionamos al inicio de esta sección que el porte reverente hace referencia a la forma de vestir y a la forma de comportarse veamos ahora cual debe ser el comportamiento que se espera de una mujer piadosa.

Una mujer piadosa, tiene buenos modales, no se irrita fácilmente, no asume posiciones tan “modernas” como el “usted no sabe quién soy yo” siempre tiene al prójimo como importante para ella, está dispuesta a servir, sabe sazonar una conversación tensa con una palabra dulce, es una mujer que sabe que no necesita demostrar que es superior a nadie, ni a los gritos ni a los empujones, hace un reclamo con suavidad, corrige con amor.

No quiere decir que sea una mujer que no mire a los ojos o que ande con la cabeza baja, que susurre para hablar, pues las serpientes también se arrastran y susurran antes de acechar con su veneno mortal.
***
Por el contrario, las mujeres que son realmente reverentes en su comportamiento disfrutan de la vida. Se ríen y hablan lo suficientemente alto para que otros oigan. No tienen una idea falsa de la espiritualidad. Ellas se divierten y aman al Señor. Quienes hacer otras cómodos. Muestran amor a los demás actuando correctamente, al regocijarse cada día que hizo el Señor. Su vestimenta, actitud y comportamiento son agradables al Señor. Se trata de una versión modernizada de las “santas mujeres” (1 Pedro 3: 5) De esta manera, la mujer Tito 2 debe ser reverente en su comportamiento. Ella también no debe ser de chisme malicioso.


[1] Comentario Mac Arthur del Nuevo testamento. Tito
[2] Comentario de Calvino sobre 1 de Timoteo
[3] El carácter de la Mujer Tito 2 Marta Peace
[4] Libro la Apariencia. Nancy de Mos 

miércoles, 17 de enero de 2018

SIENDO UNA MUJER SABIA Y PRUDENTE



Proverbios 31:26 (RVR1960) Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua.

El libro de proverbios está lleno de versículos que nos enseñan que es la sabiduría y que nos permiten hacer una clara diferencia entre una persona sabia y una necia, quiero que comencemos con este versículo:
Proverbios 1:7 (RVR1960) El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Proverbios 9:10 (RVR1960) El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
Salmos 111:10 (RVR1960) El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tiene todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre.

Estos versículos nos permiten concluir que la sabiduría en una mujer es seña indudable de que es una mujer que ama a Dios con todo su corazón, con toda su mente y con todas sus fuerzas (Deuteronomio 6:5, Marcos 12:30) es una mujer que le teme y que busca agradarle.

Una mujer sabia busca lo mejor para su familia, obra de la mejor manera y está en una constante introspección analizando los aspectos de su vida que deba mejorar, buscando continuamente las áreas de su vida que deba rendir al señorío de Cristo (salmo 139:23-24)

Tito 2:3-5 (RVR1960) Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

Una mujer está llamada a buscar continuamente la sabiduría en su vida, Santiago nos dice que si carecemos de ella debemos pedirle al Señor que nos llene de ella (Santiago 1:5) no hay un adorno más precioso o algo que engalane más nuestro ser que ser mujeres sabias y prudentes.

Pablo en su carta a Tito, conocida como una epístola pastoral, (esto quiere decir que es como una carta de instrucciones de Pablo a Tito sobre cómo manejar asuntos de la iglesia) hace un importante señalamiento acerca de las mujeres y su comportamiento, estas recomendaciones no son exclusivas de Pablo, pues Pedro también insiste en estos aspectos del carácter de la mujer.

Muchas personas mal interpretan este pasaje de dos maneras:

1.   Creen que estas características enumeradas en Tito 2:3-5 justifican el pastorado o el llamamiento como oficiales de la iglesia a las mujeres, cosa que no es así, pues cuando en el texto se les llama ancianas, hace referencia a su condición de esposas de diáconos y ancianos y a su edad y madurez en Cristo.

2.   Muchas mujeres creen que estas características solo deben guardarse por parte de mujeres que son esposas de pastores o de algún oficial de la iglesia.

Los versículos 3 al 5 de Tito 2 son un llamado al carácter integro que debe tener cualquier mujer que profese ser cristiana, y esto lo podemos comprobar con la afirmación final que tiene el texto, la cual se convierte en el objetivo final de aquella instrucción: “para que le Palabra del Señor no sea Blasfemada”.

De manera que tenemos una gran responsabilidad como mujeres, de comportarnos conforme lo establece la escritura, nuestro testimonio es sumamente influyente con nuestros esposos, con nuestros hijos y con nuestras hermanas más jóvenes en la fe y en edad también.

Muchas mujeres con el avance de la reforma han malentendido su papel en la iglesia, el hecho de no poder pararse en un púlpito a enseñar o por no poder liderar en sus congregaciones les ha llevado a pensar que son invisibles para la obra de Dios, pero están muy equivocadas, contrario a lo que podemos pensar, el papel de la mujer es vital para el funcionamiento de la iglesia y para la expansión del evangelio de Cristo.

¿Qué hubiese sido de la iglesia naciente sin un Timoteo que no fuese instruido por una madre y una abuela piadosas?

¿Qué hubiese ocurrido con Moisés si su madre no hubiese aprovechado sabiamente los años de su niñez para instruirlo?

¿Que hubiese pasado con Apolos si correctamente no hubiese sido instruido por Priscila y Aquiles?

La iglesia primitiva se reunió se fortaleció y se sostuvo gracias al arduo trabajo de muchas mujeres que no buscaron su propio reconocimiento, sino que, siguiendo los pasos de Cristo, buscaron incansablemente la Gloria del Padre.


De manera que, es nuestra responsabilidad como mujeres de este siglo, ser un estandarte de comportamiento y carácter bíblico.